-->

Que de todo..



De la vida lo que pasa.. medorea.. por tu casa..
Las esquinas del recuerdo se mantienen.. me entretienen..
..me llenan de desdicha y a la vez resucitan los arpegios que inundaron con tu vida mi vigor
Y el silencio.. que de todo.. somos nada..
Que de amarte siempre queda.. lo perdido.. lo aprendido.. 
...y lo que pretende ser olvido pero siempre es recordado
De tu aroma.. mi vahído.. de tus labios mi descuido.. y de lo nuestro una canción..

Escrito el: 24-03-12

Otra mañana en el café...

       Volvió a sonreír mientras bebía otro sorbo del café servido en una de las tazas del restaurante; parece que el periódico de esa fría mañana no dejaría de sorprenderle. Sumiéndome nuevamente en mis pensamientos tomé otro trozo de pan tostado y me lo llevé a la boca con desgana. Quedaba poco tiempo para iniciar mi rutina diaria, y mucho para el próximo descanso; mucho más aun para volver a navegar en mi mente de la forma libre que últimamente acostumbraba a hacerlo.

         Esta mañana fue como la de cualquier otro viernes: desperté casi demasiado tarde como para llegar temprano al café donde acostumbro desayunar; entré a trompicones a causa del nuevo tapete que colocaron en la entrada con el nombre del local, y en medio de un bostezo le deseé “buenos días” a Mary, la cajera que desde hacía un mes atendía el turno de la mañana. Mientras me sentaba en la mesa habitual observé brevemente el lugar: el viejo Carlos comentaba al mesero sus expectativas en cuanto al clima de hoy (pobre Franco, siempre aparentar interés en sus largos argumentos sólo por un poco de propina extra); sentada a la izquierda del televisor, Rebecca oía atenta las noticias matutinas mientras adelantaba por celular las tareas de la oficina, hoy parecía estar más agitada de lo normal pues sus agudos ahora más frecuentes se proyectaban hasta mi asiento sin dificultad; Juan, como siempre, dirigía con firmeza desde la cocina a los empleados y pedía a uno de ellos que orientase al pequeño Andrés en esta jornada, ya que trabajaría unos dias supliendo a su hermano mientras se ausentaba en otro viaje junto a su equipo de fútbol.

         Todo parecía estar igual que siempre, hasta que de entre la apurada madre que pedía el desayuno para sus hijos, y Sol, que ahora se acercaba hacia mi mesa para retirar mi copa ahora vacía, pude observar algo nuevo. Su cabello oscuro salía en pequeñas ondas bajo aquel sobrero color beige; aquel hombre llamó mi atención por un minuto, nunca le había visto por aquí.
-         -  Asombroso (murmuré)
-          - ¿Disculpe? – Preguntó Sol, moviendo un poco su cabeza hacia mí para escuchar mejor
-        -  Ahmm el café, que sea doble y sin crema por favor…- Dije un poco insegura, aun saliendo de mis pensamientos
-         -   En seguida – Contestó, mientras terminaba de anotar la orden y se retiraba hacia el mostrador

          Parece que me había quedado nuevamente concentrada en una de mis ideas y no había oído llegar a Sol. Me acomodé un poco en la silla e intenté recordar lo que me había atrapado hacía unos instantes; pronto volvió a mi mente aquel hombre sentado junto la entrada. Un vacío se abrió en mi estómago. Inmediatamente volví los ojos hacia él, llena de curiosidad. ¿Qué lo trae por aquí? ¿Por qué sólo toma una taza de café mientras se muestra sereno y ausente?; no tuve más que suponer miles de posibilidades: no tenía trabajo, o por lo menos no uno con grandes responsabilidades; podía estar sólo de paso y esperaba la salida del próximo tren de la estación de la cuadra de arriba. Sus ojos avellana se dirigían hacia un gran maletín marrón en la silla junto a él mientras extraía del mismo un enorme periódico que inmediatamente comenzó a leer. Aparentaba ser alguien maduro, tendría unos 27 años, quizás 30.

          Rebecca hacía sonar sus altos tacones hacia la salida del café. Volví a fijarme en los deberes de hoy.. las noticias.. El café que ahora humeaba un poco frente a mí tratando de llamar mi atención, me sedujo y bebí un poco de él. Había comenzado a sentirme un poco mareada, seguramente por el cansancio que aun inundaba mi cerebro tras haberme trasnochado finalizando la entrega para la clase de diseño. Ahora algo apresurada tomé los cubiertos y me llevé varios trozos del omelette que permanecía casi intacto en mi plato, el tiempo pasó volando y lo único que había comido eran las esquinas de esa tostada de pan. Faltaba poco para que comenzara a ser tarde para llegar a tiempo al… de forma casi inconsciente giré mi cabeza hacia el extraño hombre que me llenó de curiosidad esa mañana: sonreía mientras movía su cabeza asintiendo, seguramente era una algo similar a un inversionista y observaba buenas nuevas en algún área económica.

          Justo después de comenzar a leer la siguiente página una fría brisa entró al local y me hizo estremecer. Casi automáticamente ambos tomamos nuestros abrigos del asiento de la lado: él su largo saco marrón oscuro de cuero quizás?; yo mi suéter beige de cashmere que tanto me agrada usar en esta época del año. Sus ojos buscaban a una de las meseras, quizás la misma que me atendió a mí, pero se encontraron rápidamente con los míos. Angustiada tomé lo primero que conseguí en mi plato y me lo llevé a la boca mientras clavaba la vista en la servilleta contigua a la tasa de café ahora casi vacía. No quise volver a levantarlos hasta que mi curiosidad pudo más que yo y volví a dirigirlos hacia él: la mesera se alejaba de su mesa mientras hacía señas a la cocina para ir adelantando el pedido; él tomó la taza de café y la mantuvo un poco en alto mientras pasaba la siguiente página, una noticia de seguro llamó su atención y unos cuantos segundos después volvió a sonreír mientras bebía un sorbo de café. Unos hoyuelos se dibujaron a pocos centímetros de sus comisuras labiales. Parecía pues, que el periódico de esa fría y atípica mañana no dejaría de sorprenderle. Ni a mí.

         Sumiéndome nuevamente en mis pensamientos tomé otro trozo de pan tostado y me lo llevé a la boca con desgana. Quedaba poco tiempo para iniciar mi rutina diaria, y mucho para el próximo descanso; mucho más aun para volver a navegar en mi mente de la forma libre que últimamente acostumbraba a hacerlo.

Escrito en el 2009

Confesiones de una "drama queen"


Artista frustrada por saber que jamás escuchara a millones corear las canciones que desde pequeña comenzó a componer.. aceptando la realidad de que el nefasto (aunque amado) hueco donde vive llamado Venezuela nunca le sirvió como herramienta para lograr ese sueño.. o quizás piensa eso solo para no darse cuenta de que es total y completamente SU CULPA.

Enfocada en que su vida se pareciera mas a una película y menos a la historia de una sudamericana normal.

Quizás esa fue la base de todos los problemas que (seria falso decir “sin querer”) me he buscado.

La verdad es que, desde pequeña, siempre me reproché por qué las mujeres de esas comedias románticas vivían momentos tan perfectos y únicos y yo no.. olvidaba el hecho de que seguían un guión y que en efecto era solo una PELICULA. Pero por qué no buscar más? Por qué conformarse con solo “vivir”, asistir al colegio, sacar buenas notas, ingresar a la universidad, graduarte en la carrera más rentable en el campo laboral, conocer a alguien, casarte, tener hijos y enseñarles lo mismo que te enseñaron a ti.. y solo esperar que ellos si puedan hacer algo diferente con sus vidas. Es patético y me niego a caer en eso.

Puedo admitir que hace un tiempo ya me había resignado. Inclusive, el mundo me parecía monótono, automático y con una gran falta de “un toque de sal”, y que no se podía hacer mas nada que adaptarse, seguir la corriente y YA. Entonces había abandonado todo eso que llamamos sueños: me di cuenta que jamás seria actriz ni cantante, que no tendría un cuerpo perfecto y que no atraería al chico mas lindo en la universidad. Allí fue cuando leí “Veronika decide morir” de Paulo Coelho: era leer mi percepción de la vida.. una chica a la que todos decían que era hermosa pero ella solo veía la rutina del mundo y se negaba a seguirla.. entonces decidió suicidarse.. pero no lo logra y es internada en un psiquiátrico donde cambian completamente su forma de ver las cosas, y dieron en un punto clave: la rutina la hizo ella misma.. tu decides como vivir los días y si permites que te coma el mundo..

Entonces todo comenzó a cambiar de nuevo.. no todo tenia que ser tan aburrido siempre no? Quizás no entendí bien el mensaje.. porque justo por pensar así ya no entiendo que he hecho con mi vida.. ok tal vez no tan precipitado como eso, pero estoy segura de que me hubiera ido mucho mejor si hubiese decidido quedarme tranquila y conformarme con lo que tenía o con lo que pude haber tenido. La historia EN DEFINITIVA seria otra.

En medio de mis intentos de excusar las vías que me han llevado a ser  tan “drama queen” use una frase que ahora que vuelve a mi mente me comienza a preocupar: “siento temor de envejecer y no tener ninguna historia buena para contar”.. vuelvo a lo mismo.. seguramente he visto demasiadas películas.. pero quien no ha pensado en eso alguna vez? Bueno, no se cuántos lo hayan hecho pero por mi parte, varias veces... Es hasta patológico.. base de mis problemas.

Y aquí estoy.. un viernes por la “casi noche” escribiendo sin sentido todo lo que paso por mi mente mientras trotaba cerca de mi casa.. Si me hubiese quedado tranquila ahora la historia de seguro seria distinta: estaría arreglándome minuciosamente para ir a la celebración del cumpleaños de mi novio.. y por supuesto no tendría a nadie taladrando mi cabeza negándose a ser olvidado, junto con un vacío en el estómago y cierta molestia en el corazón…

Ahora no se si arrepentirme.. o emocionarme porque poco a poco voy logrando mi cometido.. sin duda tengo varias historias que contar.. pero al costo de que? Varios heridos, dos corazones rotos, millones de lágrimas, algunas amistades perdidas (y otras ganadas) y esta sensación de vacío e inconformismo que aun no sé que necesito para poderla llenar. Cuando mezclas “mean girls” con “gossip girl”, muchas comedias románticas y algunas historias de Disney, de seguro algo tiene que saber mal.

Escrito el: 30- 09- 2011


Punto de partida...


Se puede decir que al iniciar este blog estoy siguiendo un consejo. Lo había estado postergando desde hace más de un año pero hacía falta el detonante.. esa última idea que desbordara el vaso, que me hiciera dar cuenta que todas las ideas absurdas que tengo en la cabeza necesitan ser drenadas a algún sitio antes de que pueda explotar.

Idea inicial: hacerlo anónimo. Miedo a ser juzgada. Temor a que los demás supieran qué pasa por mi mente. PERO! Dada mi falta de destreza en el manejo de este tipo de paginas coloque accidentalmente mi nombre! Intenté cambiarlo y no hay forma. Entonces pensé en no hacer el blog o crear una cuenta diferente.. Pero, las cosas no serian mas fáciles si las personas expresaran libremente lo que realmente quieren? Lo que realmente sienten? Decidí pues dejarlo así.. Qué más da..

Comenzaré publicando algunas locuras que he escrito a lo largo del tiempo.. quizás por eso varias no estén acorde a mi vida en estos momentos. Luego alternaré con algunas más nuevas. Nada con mucho sentido..

Gracias por acompañarme en este blog desde el comienzo.. No estoy muy segura de qué estoy haciendo.. But just keep moving forward.. Sean libres de comentar, seguir.. whatever..