Me dices cobarde..

Y te reprocho, pero en mis adentros pienso..

Qué hay del miedo a permanecer demasiado tiempo como para darte cuenta que está sucediendo nuevamente? Que vuelven a importarte las cosas.. los murmullos y sonrisas, las palabras leídas o pronunciadas… o aun peor.. las nunca leídas, nunca escuchadas..

Qué hay con la avalancha que inicia con el simple sonido de un paso al frente? El momento en que todo se va de tus manos y no hay forma de controlar absolutamente nada.. Quieres gritar y te resistes de saber que solo empeoraría todo..

Qué hay con todo lo que se disipa con tus altibajos.. Qué hay contigo.

Me dices cobarde y te lo convalido.. Me temo que conozco la historia, los personajes.. y el final pues.. siempre el mismo.

Otro mal momento..

Pasamos por momentos difíciles y lo único que queremos es tapar nuestros ojos y esperar a  que simplemente pasen.. De hecho, algunos lo hacen.. Otros solo observan..en silencio esperan que todo se resuelva sin mucha intervención.. Y otros piensan que con pretender que todo estará bien lo estará.. y no es así.

A veces quisiéramos no saber tanto como para entender la magnitud de lo que acontece.. como los niños. Es mucho más fácil cuando las cosas le pasan a alguien que acaba de llegar,  sin emociones de por medio que obstaculicen tus ideas.. Pero cuando eso que pasa es a una persona que siempre ha sido todo y ahora esta allí, donde has visto a tantos y sabes lo que pasa.. Parece mejor opción no saber.. Aparece el miedo y todo pasa de objetivo a subjetivo.. Y esa sensación de que no esta en tus manos, que depende de alguien más.. y quisieras saber qué hacer..qué decir.. para convencer a nadie más que a ti mismo de que todo estará bien, una vez más.

                                                                                            Fuerza abue.