— Simplemente..
yo me aseguraría primero de que esa persona no me dañara antes de permitirme
quererlo..
— Eso no se
elige así
— ¿Por qué?
— En el momento en que te des cuenta si te haría
daño o no... ya lo vas a querer...
— Bueno, es
difícil (sonríe)
— Difícil no, ¡es imposible!
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